Aunque son alentadoras las estadísticas sobre el acceso de las mujeres a la enseñanza superior, las mujeres siguen topándose con obstáculos cuando intentan ejercer puestos académicos clave en las universidades, participar en investigaciones relevantes y asumir funciones de liderazgo.
Las mujeres están sobrerrepresentadas entre el personal docente de los niveles educativos inferiores, mientras que su presencia es notablemente menor en la enseñanza superior (segregación vertical). Lo mismo ocurre en los puestos de dirección de centros educativos y en la elaboración de las políticas educativas. En muchos países, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los niveles superiores del profesorado y en los órganos de decisión de la enseñanza superior.
En el ámbito de la investigación, los hombres publican en promedio más artículos que las mujeres, lo que demuestra que existe una brecha de publicación entre ambos sexos. Las diferencias entre la cantidad de publicaciones académicas de hombres y la de mujeres persisten y son más acentuadas cuando se trata de publicaciones en las revistas más destacadas.
En las áreas de estudio STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) se observa una fuerte infrarrepresentación de las estudiantes en la mayoría de los países. Esta infrarrepresentación de las estudiantes guarda estrecha relación con la infrarrepresentación de las investigadoras en esas áreas. A escala mundial, el porcentaje de mujeres que estudian ingeniería, industria y construcción o tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se ubica por debajo del 25 % en más de dos tercios de los países.