El papel de la tecnología en la educación lleva mucho tiempo suscitando intensos debates. ¿Democratiza el conocimiento o amenaza la democracia al permitir que unos pocos controlen la información? ¿Ofrece oportunidades ilimitadas o conduce a un futuro tecnodependiente sin retorno? ¿Nivela las desigualdades?¿Debe utilizarse en la enseñanza de niños pequeños o supone un riesgo para su desarrollo? El debate ha sido alimentado por el cierre de las escuelas debido al COVID-19 y la aparición de la inteligencia artificial generativa.
Pero como los desarrolladores suelen ir un paso por delante de los responsables de la toma de decisiones, la investigación sobre tecnología educativa es compleja. Las pruebas sólidas e imparciales son escasas. ¿Se plantean las sociedades las preguntas adecuadas sobre la educación antes de recurrir a la tecnología como solución? ¿Reconocen sus riesgos mientras buscan sus beneficios?
Las tecnologías de la información y la comunicación pueden contribuir a la equidad y la inclusión para llegar a los alumnos desfavorecidos y difundir más conocimientos en formatos atractivos y asequibles. En determinados contextos y para algunos tipos de aprendizaje, puede mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje de las competencias básicas. En cualquier caso, las competencias digitales se han convertido parte de un paquete de habilidades básicas. La tecnología digital también puede respaldar la gestión y aumentar la eficiencia, ayudando a manejar volúmenes más grandes de datos educativos.
Pero la tecnología también puede excluir y ser irrelevante y onerosa, cuando no directamente perjudicial. Los gobiernos deben garantizar las condiciones adecuadas para permitir un acceso equitativo a la educación para todos, regular el uso de la tecnología para proteger a los alumnos de sus influencias negativas y preparar a los profesores.
Este informe recomienda que la tecnología se introduzca en la educación sobre la base de pruebas que demuestren que sería apropiada, equitativa, escalable y sostenible. En otras palabras, su uso debe estar en el mejor interés de los estudiantes y debe complementar la interacción cara a cara con los profesores. Debe verse como una herramienta a utilizar en estos términos.
A medio camino de la fecha límite, el Informe de seguimiento de la educación en el mundo 2023 evalúa la distancia que queda por recorrer para alcanzar los objetivos educativos de 2030. La educación es la clave para alcanzar otros objetivos de desarrollo, entre ellos el del progreso tecnológico.