Podríamos definir el discurso de odio como el conjunto de acciones comunicativas orientadas a la defensa, promoción o instigación al odio, la humillación o el menosprecio de una persona o grupo de personas. Si bien el discurso de odio no es algo exclusivo de Internet, sino que es parte de la realidad más allá de las redes, es cierto que el potencial de las redes facilita el movimiento de los flujos comunicativos, porque facilita tanto la producción como la creación de mensajes. Los discursos de odio también se han visto beneficiados por esto y, además, han encontrado en las redes otras características como el anonimato, la brevedad, los servicios gratuitos de mensajería o la legitimidad otorgada por número de seguidores. Con esta guía queremos aportar herramientas digitales para la creación de ese contradiscurso que permita realizar mensajes que ofrecen una alternativa positiva a la propaganda extremista.