La educación cívica vive atravesada por tensiones y contradicciones, desde su elaboración hasta su implementación. El propio concepto de ciudadanía confronta una dimensión política, afectiva y jurídica. La enseñanza de la educación cívica en el seno de la Escuela conlleva varias dificultades. Unas veces enseñada como asignatura independiente, otras implementada desde un enfoque pluridisciplinario, la educación cívica pone en juego tanto los conocimientos y los saberes como los valores o los comportamientos. Sus metas son ambiciosas y las conminaciones que se le hace, son muchas veces contradictorias. En la práctica, la prioridad otorgada a la dimensión de “convivencia” lleva a dejar de lado una incursión más sistemática en los ámbitos jurídicos y políticos. Hoy día parece conveniente velar por que los valores, tanto en el seno de la Escuela como entre Escuela y sociedad, no sean contradictorios.