Este artículo intenta delimitar los orígenes del proceso de globalización. Para ello, se ha procedido a revisar la abundante y dispersa literatura científica disponible. Del análisis realizado se concluye que existen cuatro respuestas habituales sobre los orígenes de la globalización. En primer lugar, situarla junto la aparición de las primeras civilizaciones humanas. En segundo, ligar el proceso de globalización con la aparición de la modernidad europea durante el siglo XV. En tercer lugar, unirla a la consolidación de la revolución industrial en el siglo XIX. Y, por último, considerarla la última etapa de la expansión del capitalismo a escala mundial a finales del siglo XX. Después, se intentará realizar una valoración crítica de estas aproximaciones. El artículo concluye afirmando que la última respuesta es la más plausible, pues se encuentra más cerca de los datos empíricos disponibles y evita las trampas de la teleología.