Para ello, es necesario desarrollar las capacidades estatales en esta tecnología y crear agencias públicas educativas especializadas, de acuerdo con un informe realizado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y ProFuturo. Se prevé que introduzca cambios significativos en los sistemas educativos de la región, afectando más a la educación primaria y a la educación especial.
La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y ProFuturo, el programa de educación digital de Fundación Telefónica y la Fundación ”la Caixa”, han elaborado el informe El futuro de la inteligencia artificial en educación en América Latina, en el que se analizan las tendencias del desarrollo de esta tecnología en las aulas de la región de aquí al 2030.
El informe, presentado hoy en la Casa de América de Madrid, recoge las impresiones de expertos en la materia, empresas tecnológicas y referentes de la innovación educativa de los ministerios de la región, y presenta un diagnóstico sobre el estado de la inteligencia artificial y su injerencia en las aulas latinoamericanas. Asimismo, presenta los escenarios futuros que puede suscitar la inteligencia artificial en los centros escolares en aspectos como la evaluación, la gestión escolar o el seguimiento al alumnado, al tiempo que sugiere algunas recomendaciones para su aprovechamiento oportuno.
Así, el informe destaca que más de la mitad de los especialistas consultados considera que la inteligencia artificial tendrá un impacto profundo en la educación de la región, aunque solo el 40 % plantea que esta tecnología ayudará a reducir las brechas educativas que hay dentro de los países.
Por su parte, si bien la inteligencia artificial cobrará un rol mayor en todos los niveles educativos, de manera paulatina y gradual, será en la educación universitaria donde tendrá más relevancia. En el ámbito de la educación básica, el nivel de primaria será el que más partido saque a los beneficios de la inteligencia artificial, lo mismo que la educación especial, que se verán potenciadas con la implementación de nuevas metodologías para el aprendizaje más allá de las escuelas.
Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, ha destacado que “la inteligencia artificial tendrá un rol significativo en la educación en aspectos que ya se están investigando en la región como “tutorías inteligentes o nuevos modelos de evaluación”, pero también en otros por explorar, como, por ejemplo, “predecir el abandono escolar o afianzar la personalización del aprendizaje”.
Por su parte, Magdalena Brier, directora general de la Fundación ProFuturo, ha destacado que “la inteligencia artificial podría romper, más si cabe, las barreras entre la educación formal y la no formal o informal y podría llegar a convertirse, esta vez de forma radical y expandida, en una herramienta de ayuda para reducir la brecha digital y, por ende, la educativa”.
Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial de España, por otro lado, ha recordado el papel fundamental de los Estados para regular y acompañar el desarrollo de estas tecnologías, al tiempo que ha apuntado que la presidencia española de la Unión Europea de este año será una oportunidad para impulsar los lazos entre España y América Latina también en materia de inteligencia artificial y “potenciar esta tecnología en lengua española”.
El documento concluye con una serie de recomendaciones orientadas a servir de base para los Estados de la región en la inevitable incorporación de la inteligencia artificial en sus sistemas educativos. En concreto, señala la necesidad de crear agencias públicas especializadas en el desarrollo tecnológico de recursos más avanzados y que puedan trabajar supranacionalmente, es decir, en red, para la puesta en marcha, compra y distribución pública de bienes educativos digitales.
También resulta clave fomentar en la comunidad docente las competencias que les ayuden a comprender los beneficios de esta tecnología en su trabajo diario, así como las limitaciones y riesgos que puede suponer. Para ello, el rol de los Estados como agentes de políticas públicas alrededor de este ámbito es fundamental, en un campo en el que el mercado privado “parece tener una gran ventaja en la propagación de un ritmo acelerado de la innovación tecnológica”, según el informe.
En ese sentido, para evitar alianzas inestables entre sector público y privado, es importante que los Gobiernos se familiaricen en un nivel avanzado con las particularidades de esta tecnología, ya que, de acuerdo con el estudio, así evitarán dejar por fuera un creciente abanico de soluciones que podrán aumentar de manera exponencial el acceso al conocimiento, la enseñanza y el aprendizaje en América Latina.
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