La Nueva-Caledonia contemporánea presenta una situación cuasi-experimental para la investigación. Comprometida en un proceso de descolonización original, deberá conocer dentro de unos diez años el surgimiento de una ciudadanía neo-caledoniense que trascienda, en un destino común, las divisiones étnicas originadas por la colonización. En tanto que fuente de desigualdades que el actual reequilibrio entre comunidades trata de paliar, la institución escolar ha estado en el centro de la reivindicación independentista kanac desde hace treinta años. Este artículo presentará algunos resultados de las primeras encuestas entre los padres de familia cuyos hijos siguen los cursos de Lenguas y cultura kanac, tal y como lo prescriben los nuevos programas, que desde 2005 son locales y no nacionales. Veremos que la reciente consideración de las lenguas kanak encuentra una cierta adhesión que rebasa las fronteras entre comunidades, el uso de una lengua vernácula se percibe como una manera de afirmar la membresía a lo « local ». ¿Qué significan las transformaciones de la petición social frente a una escuela plurilingüe, símbolo de cohabitación particular que los Neo-caledonienses se han comprometido con definir?