Entre las tres prioridades de la iniciativa mundial “la educación ante todo” (Education first) lanzada en 2012 por las Naciones Unidas, podemos encontrar la idea según la cual conviene “favorecer la ciudadanía mundial”. Sin embargo, esta noción es de las más imprecisas, si no discutida y, por tanto, difícil de concretizar en el campo de la educación. Si no cabe duda de que la mundialización y la creciente multiculturalidad de las sociedades contemporáneas transforman paulatinamente la concepción y la práctica tradicional de la ciudadanía, la realidad jurídica de la ciudadanía así como su práctica, quedan establecidas fundamentalmente a nivel del Estado-Nación. Este artículo procura aclarar la noción de “ciudadanía mundial”, su posible aplicación en el dominio de la educación a la ciudadanía y su contribución potencial al enriquecimiento de la educación multicultural.