La presencia de prácticas de internacionalización en los centros escolares de Educación Básica se ha ido configurando de forma silenciosa en el escenario nacional, iberoamericano e internacional, pero la ausencia de registros de las acciones que las caracterizan como internacionalización sigue siendo una laguna en su comprensión. A partir de estas prácticas silenciosas de internacionalización vemos el potencial para construir el conocimiento respetando la interculturalidad que impregna el espacio educativo. En este sentido, debemos reconocer y entender estas prácticas como procesos de internacionalización, con vistas a debatir y reflexionar sobre cómo pueden contribuir a la mejora del sistema educativo desde una perspectiva iberoamericana.