El siguiente contenido corresponde a las declaraciones formuladas hoy por un portavoz de ACNUR en una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, en Ginebra.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), sigue gravemente preocupada por la seguridad de los civiles en el norte de Mozambique, ya que el conflicto armado y la inseguridad en la ciudad costera de Palma siguen desplazando a miles de personas, dos meses y medio después de un brutal ataque de grupos armados no estatales. La gente huye a diario en una búsqueda desesperada de seguridad tanto en Mozambique como al otro lado de la frontera, en Tanzania.
Los que huyen han dicho al personal de ACNUR que la situación en Palma sigue siendo muy inestable, con disparos regulares por la noche e incendios de casas.
Unas 70.000 personas han huido de Palma desde el 24 de marzo, lo que eleva el número total de desplazados en la provincia de Cabo Delgado a casi 800.000, según las estimaciones humanitarias.
ACNUR sigue abogando por que los desplazados internos reciban protección y asistencia en Mozambique y que las personas vulnerables que buscan seguridad en la vecina Tanzania tengan acceso al asilo.
La continua inseguridad ha obligado a miles de familias a buscar refugio en el sur de las provincias de Cabo Delgado y Nampula. Los distritos de Nangade, Mueda, Montepuez, Ancuabe, Metuge, Balama, Namuno, Chiure, Mecufi, Ibo y Pemba siguen registrando nuevas llegadas cada día.
Según los informes, miles de personas se encuentran varadas en zonas muy inseguras en los alrededores de Palma con acceso humanitario restringido. Sin embargo, ACNUR y las agencias socias han podido acceder recientemente a algunas zonas remotas para ayudar a los desplazados que viven en condiciones extremas. ACNUR sigue trabajando con sus socios para evaluar sus necesidades y proporcionar asistencia vital y ha distribuido ya artículos de primera necesidad a unas 10.000 personas desplazadas.
Muchos otros han intentado cruzar el río que marca la frontera con Tanzania para buscar protección internacional.
Según las autoridades fronterizas mozambiqueñas, más de 9.600 de estas personas han sido retornados por la fuerza a través del punto fronterizo de Negomano desde enero de este año. Unos 900 fueron devueltos inmediatamente a Mozambique en pocos días, entre el 7 y el 9 de junio. Los equipos de ACNUR han estado proporcionando apoyo a las personas que llegan en condiciones desesperadas, muchas de ellas separadas de sus familias.
Las personas que han sido retornadas de manera forzosa expulsadas desde Tanzania se encuentran en una situación desesperada en la frontera y están expuestas a la violencia de género y a riesgos para la salud, ya que muchas duermen a la intemperie por la noche con un frío extremo, sin mantas ni techo bajo el que cobijarse. Hay una necesidad urgente de artículos de ayuda de emergencia, incluyendo alimentos.
ACNUR reitera su llamamiento para que las personas que huyen del conflicto tengan acceso al territorio y al asilo y, en particular, para que se respete el principio de no devolución (no retorno forzado). La Agencia de la ONU para los Refugiados recuerda que no se debe obligar a los refugiados a volver a situaciones de peligro.
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