El propósito de este artículo es comparar y explorar la identidad de género de mujeres adolescentes de una localidad rural maya, desde dos de sus contextos educativos: la escuela telesecundaria y la vida cotidiana en la comunidad. Se utilizaron entrevistas y observación participante para obtener los datos primarios cualitativos. Entre los principales hallazgos se destaca, que la estructura y rigidez institucional de la escuela, limita a las adolescentes poder actuar en ciertos momentos desde atributos sociales distintos a los que les ofrece su localidad. Asimismo, la escuela contribuyó a la individualización de las participantes y las formó para tener como representación deseable del “desarrollo” los valores del exterior, aspectos que no contribuyen necesariamente a la idea de “comunidad”.