En el presente artículo se examinan los recientes llamamientos a “un nuevo contrato social para la educación” a través de la lente de una ontología relacional para la humanidad y un planeta vivo. Mediante una visión crítica de la teoría del contrato social, el artículo examina cómo este llamamiento puede ser un punto de partida hacia un cambio paradigmático más profundo a la hora de enmarcar cuestiones de justicia, organización social y la propia educación. Propone pasar de un modelo transaccional basado en normas a un modelo basado en relaciones y fundamentado en la comprensión y la apreciación de la interdependencia y la interconexión. Con miras a forjar futuros más justos y sostenibles para la humanidad y el planeta, el nuevo contrato social para la educación deberá trascender las dinámicas sociales atomistas, transaccionales y de confrontación y organizarse en torno a la interconexión relacional.