La pandemia puso a prueba e incluso revirtió el progreso alcanzado en la expansión de los derechos y las oportunidades de las mujeres. Las mujeres no han recuperado el empleo y los ingresos perdidos, el hambre ha aumentado, y el cierre de las escuelas supone una amenaza para los logros de las niñas en la esfera educativa. La participación de las mujeres en el Gobierno, la investigación y la gestión de los recursos sigue lejos de ser igualitaria. Los grupos vulnerables de mujeres, incluidas las migrantes, aquellas con discapacidad, y las afectadas por los conflictos, con frecuencia quedan rezagadas. Las disparidades entre países ricos y pobres impiden el acceso a los tratamientos y vacunas tan vitales contra el COVID-19, lo que pone a los países más pobres frente a un riesgo desproporcionado. Por otra parte, pese al papel central de las mujeres en la respuesta al COVID-19, incluidas las trabajadoras sanitarias de la primera línea, estas no ocupan los puestos de liderazgo que merecen. En adelante, una reconstrucción mejor y diferente exigirá colocar a las mujeres y las niñas en el centro de todos los aspectos de la respuesta y la reconstrucción, entre otras cosas, a través de leyes, políticas y presupuestos con perspectiva de género. En El progreso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Panorama de Género 2021 se presenta la evidencia más reciente sobre igualdad de género en la totalidad de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se destaca el progreso alcanzado desde 2015, así como la alarma continua de la pandemia del COVID-19, sus efectos inmediatos en el bienestar de las mujeres y la amenaza que supone para las generaciones futuras.