La sala Camino a Casa del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación apuesta por procesos de memoria que reconozcan en los niños y las niñas sujetos activos con capacidad plena para reflexionar y dialogar en torno al pasado reciente de violencias y luchas por la construcción de democracia y paz. Este documento está escrito bajo la metáfora de un árbol: se propone que el cambio y el movimiento se convierta en una posibilidad para que siga creciendo, por ello el papel de las personas adultas está relacionado con ser los nutrientes del árbol. En tanto su labor cotidiana pueden aportar a otros ejes, que vendrían siendo las ramas. Y por último, los niños y niñas cumplen el rol de cuidadores de la memoria -ellos son el árbol- a partir de su autenticidad y creatividad.