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• Durante los días 23 y 24 de septiembre de 2020 se realizó la VI ronda del Proceso de Quito, liderada por la Presidencia Pro Tempore de Chile. La reunión culminó con la firma de la Declaración Conjunta del Proceso de Quito - Capítulo de Santiago.
• La Declaración, suscrita por 13 países de América Latina y el Caribe, destaca el compromiso de los estados por seguir trabajando de manera articulada en una eficiente respuesta a la crisis migratoria y humanitaria venezolana, desde un enfoque de Derechos Humanos y tomando como una de las prioridades, la educación.

La crisis sanitaria, social y económica sin precedentes causada por la pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la fragilidad e interdependencia de nuestro mundo, afectando de manera desproporcional a las personas históricamente marginadas y agudizando la situación de vulnerabilidad de las personas migrantes y refugiadas venezolanas en la región. “No obstante, instancias de coordinación regional como el Proceso de Quito evidencian los importantes esfuerzos que los países están realizando para dar respuestas integrales y que cada vez más vinculan la respuesta inmediata y humanitaria con políticas de desarrollo a mediano y largo plazo” señaló Claudia Uribe, directora OREALC/UNESCO Santiago durante la VI ronda del Proceso de Quito.

Esta instancia de diálogo es un espacio de trabajo técnico regional que, desde septiembre de 2018, articula la participación de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, para garantizar una migración segura, ordenada y regular en pleno respeto a los derechos humanos, y conforme a las normativas nacionales, los instrumentos internacionales y las buenas prácticas de la región.

Luego de la implementación del Foro Regional Educación más allá de las fronteras, organizado por UNESCO en agosto de 2019, se creó el Grupo de Trabajo Educación y Movilidad Humana, con el objetivo de que la educación mantenga siempre un rol fundamental, brindando todo el apoyo necesario para que los ministerios de educación de la región puedan hacer efectivo el derecho a una educación de calidad que incluya a todos y a todas, y especialmente a niños, niñas y jóvenes migrantes y refugiadas.

El contexto actual de emergencia ha visibilizado la importancia de la escuela, lo que es particularmente cierto para la población migrante y refugiada, para quienes la escuela se articula como una de las fuentes fundamentales de protección y cuidado.

La evidencia nos muestra que, en circunstancias críticas de emergencia, e incluso cuando las comunidades lo han perdido todo, la educación sigue siendo una prioridad para las familias

-- Claudia Uribe, directora OREALC/UNESCO Santiago

En este escenario las prioridades definidas por el Proceso de Quito para la educación son centrales, ya que se requieren más y mejores datos, así como un monitoreo constante de la situación de estudiantes migrantes y refugiados que permita focalizar políticas y mejorar las respuestas educativas. Por otra parte, es necesario fortalecer los marcos normativos de la región para asegurar que elementos como el estatus migratorio o la falta de documentación no impidan el acceso a los sistemas educativos y sus servicios y prestaciones.

Para continuar apoyando a los ministerios de educación de la región en este desafío, la UNESCO implementará un taller regional dirigido a las unidades de estadística y gestión de la información, así como para los equipos encargados de movilidad humana, con el objetivo de presentar los resultados del estudio de Sistemas de Información y Gestión Educativa y diseñar una hoja de ruta en conjunto. Por otra parte, se elaborará una matriz de marcos normativos nacionales para la inclusión educativa de estudiantes en situación de movilidad y se fortalecerá el monitoreo del progreso y la diseminación de buenas prácticas entre países de la región.

URL:

https://es.unesco.org/news/derecho-educacion-personas-migrantes-y-refugiadas-proceso-quito